Nanda

Me encontraba en mi oficina cuando recibí la llamada de Nanda la muy querida amiga de Walter. Ella siempre ha sido una mujer muy directa y esta ocasión no fue la excepción, me dijo, “Necesito verte, quiero comprobar que estés bien y quedarme tranquila de que no necesitas nada. Cenemos el jueves”. Esa llamada era un pretexto ideal para ver a Nanda así que quedamos en ir a cenar a “El Arlequín” un restaurante francés que se encontraba cerca de donde yo vivía.