PILY

Parecía que Pily siempre estaba observándome y me seguía con sus enormes ojos de felino, esos ojos verdes que hacían que las personas sin conocerla se acercarán a decirle que eran los más bonitos que habían visto, tan expresivos, llenos de luz y a la vez tan misteriosos que cuando nos decía un secreto se le iluminaban a tal grado que daban la impresión de ser dos esmeraldas.